BIO
BAILAR EL PRESENTE
La bailarina y bailaora Ana Morales (Barcelona, 1982) llena la escena con sus movimientos de amplias formas, convertida ya en una de las máximas representantes de esa generación de artistas que ha venido a revolucionar el flamenco actual. “Intensidad, elegancia, sensualidad”, con estas palabras describió Didier Deschamps, director del Thêátre Chaillot de París, el trabajo de Morales.
La técnica, la presencia escénica y el conocimiento sobre el arte de la danza marcan las coreografías de esta “Novia del viento”, como la definió el crítico Manuel Martín Martín en El Mundo. Formada en contemporánea y flamenco, sus creaciones se caracterizan por la búsqueda de una discurso coreográfico que refleje su momento vital: el presente emocional atraviesa todas sus obras. Así, sus espectáculos evolucionan al paso de sus transformaciones personales, en piezas que cruzan fronteras con otras artes y que recurren a la técnica de la improvisación como germen del movimiento.
Ana Morales ha firmado siete espectáculos, premiados en distintos festivales y aplaudidos por crítica y público. Sin permiso. Canciones para el silencio, dirigido por Guillermo Weickert y coproducido por la Bienal de Sevilla, el Festival de Jerez, Flamenco Festival y Tanzhaus Dusseldorf, se alzó con el prestigioso Giraldillo al Baile y tres Premios Lorca, además de ser incluido en la selección de El Cultural de los mejores espectáculos flamencos del año. La pieza se estrenó en el Festival de Jerez en 2018 y se ha representado en el Théâtre Bernadette Laffont de Nîmes (Francia), en el Teatro Romano de Baelo Claudia (Cádiz), en el Théâtre National de Chaillot de París (Francia), en Thonon les Bains (Suiza) y en Posthof-Zeitkultur am Hafen (Austria).
Otros de sus títulos son Una mirada lenta (2017), estrenado en el Teatro Central de Sevilla, en el marco del ciclo Flamenco viene del Sur; Los pasos perdidos (2016), con la colaboración artística de David Coria y estrenado en la primera edición de Septiembre es Flamenco (Sevilla); Bagatelas (2015), en colaboración con Enrique Tomás, producido por la Biennale de Flamenco de los Países y estrenado en el Teatro Muziekgebouw aan’t ij (Ámsterdam); Reciclarte (2012), estrenado en la Bienal de Sevilla y con dirección de los Premios Nacionales Rafael Estévez y Valeriano Paños; y De Sandalia a Tacón (2010), estrenado en el Festival Internacional de Teatro de Bogotá.
En la cuerda floja (2020) se estrena en la XXI Bienal de Flamenco de Sevilla y forma parte del ciclo 'Canal Baila' del Centro Coreográfico Canal, donde la compañía ha sido residente y donde ofreció una muestra del espectáculo el pasado 1 y 2 de septiembre.
Ha colaborado con artistas e instituciones como Esperanza Fernández y Gonzalo Rubalcaba (Oh vida, Flamenco Festival de Miami); el Ballet Flamenco Andaluz, dirigido por Rafaela Carrasco (Tierra de Lorca, Jardines del Generalife); Belén Maya (Los invitados, Biennale de Flamenco de los Países Bajos). Además, ha formado parte de la Compañía Javier Latorre y la Compañía Andrés Marín y participado como solista en el espectáculo Flamenco Hoy y en la película Iberia, ambas dirigidas por Carlos Saura. Ha sido solista del Ballet Flamenco de Andalucía en los espectáculos La memoria del cante 1922 e Imágenes (Premio Giraldillo al Mejor Espectáculo de la Bienal de Flamenco de Sevilla, 2014).
PREMIOS
Cuando el cuerpo es el lugar privilegiado del flamenco veraz, sólo los que gozan la plenitud vital de la madurez están en condiciones de fomentar el conocimiento sobre el arte de la danza. Y ahí Ana Morales ha dado en la diana. Porque una bailaora no llega a la madurez cuando piensa en sí misma, sino cuando comienza a satisfacer las necesidades del género que ama y hace que la cometa del baile se eleve a lo más alto. Por eso, si hubo Niña de Fuego, la catalana es la Novia del Viento.
Manuel Martín Martín, EL MUNDO